Guía de Total War: Warhammer

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Advertencia:

Esto NO es una guía para completar la campaña de los enanos, sino una serie de consejos sobre cómo jugar con esta raza para jugadores primerizos. La campaña de los enanos es, efectivamente, más fácil que la del resto de razas; sin embargo, muchos de los consejos que encontrarás online son algo confusos y, dadas sus limitaciones, en ocasiones pueden llegar a ser frustrantes si no sabes cómo comandar tus ejércitos.

GESTIÓN

El pueblo enano funciona ligeramente distinto al resto de razas; por un lado, a nivel económico, sus asentamientos suelen tener recursos en abundancia, de modo que tanto a nivel de producción como de comercio son muy eficientes. Intenta mantener buenas relaciones con el resto de facciones enanas y humanas y establecer acuerdos comerciales tan pronto te sea posible y el dinero no dejará de fluir a tus arcas.

Los asentamientos que posees e irás capturando se agrupan en provincias o regiones, habitualmente tres en cada una, capital + pueblos, aunque encontrarás algunas que tienen solo dos o hasta cuatro. Mientras que las capitales pueden mejorarse hasta el nivel 5, los asentamientos normales solo pueden mejorarse hasta nivel 3. Esto es muy importante, ya que ciertas estructuras que podrás construir en tus ciudades no podrán hacerse en los asentamientos y otras no podrán mejorarse hasta su máximo nivel. Del mismo modo, hay ciertas estructuras que solo tienen nivel 1, 2 o 3, por lo que sería inteligente construirlas solo en los asentamientos, de modo que dejes libres esos espacios en la capital para estructuras de más nivel (el número de estructuras que puedes construir es limitado, de ahí que haya que gestionar dónde y cuáles construir). Por ejemplo, la estructura básica de infantería solo tiene tres niveles de mejora, los cuales se pueden construir en cualquier asentamiento, de modo que no es necesario construirla en la capital. Además, ten en cuenta que las estructuras militares no se suman, es decir, si tienes una de infantería en una región, tener dos en esa misma región no te beneficiará en absoluto.

A la hora de reclutar tropas para tu lord, hay dos opciones, tropas “generales” y tropas “locales”. Las tropas generales se vuelven disponibles conforme construyas sus estructuras en cualquier poblado, las locales, conforme construyas sus estructuras en la provincia en la que se encuentre tu lord. ¿Por qué es esto importante? Las tropas generales son más caras aun siendo exactamente la misma unidad, sin embargo te permite reclutarlas incluso sin en la provincia en la que te encuentras no has levantado la estructura que las habilita; sin embargo, si dicha estructura está presente en la provincia donde tengas a tu lord, verás que aparece la opción de reclutarlas de forma “local”, abaratando el coste de la unidad a la mitad.

Cuando ataques un asentamiento y ganes el combate, verás que hay cuatro opciones disponibles: conquistarlo, saquearlo y conquistarlo, saquearlo y arrasarlo. La primera es obvia, haces una ocupación pacífica, sube un poco el desorden público y a correr. La segunda también te da el control de dicho asentamiento, pero antes sueltas a tus tropas para que saqueen a sus anchas; esto te da además dinero rápido, pero daña las estructuras que hubiera presentes en la ciudad y sube bastante el desorden público. La tercera deja control del asentamiento a la facción que lo tuviera antes del asedio, pero te da mucho dinero y sube el desorden una barbaridad (cosa que te importará poco, ya que no tendrás el control del asentamiento). La última no da dinero, simplemente destruye el asentamiento, quedando libre para que cualquier otro lo “colonice”. A medida que juegues, verás que hay asentamientos que no puedes capturar dado que tu facción “no es compatible” con esos asentamientos; por ejemplo, como enano, no podrás capturar un asentamientos de los clanes vampiro.

La investigación enana también es distinta al resto de razas; mucho más completa y elaborada, sus ramas mejoran tanto a tus lores, como unidades y a la facción en general. Es bastante intuitiva, y como es habitual, investigar una tecnología abre el árbol a las siguientes.

Para finalizar esta parte, ten cuidado a la hora de expandirte; al comenzar la campaña es fácil que te lances a por los asentamientos de los Pieles Verdes y te ciegue la codicia. Aunque son tus enemigos naturales y en cualquier caso entrarás en guerra con ellos, ten en cuenta que una rápida expansión no siempre significa rápidos beneficios; muy probablemente encuentres que has mordido más de lo que puedes tragar y te ataquen por varios frentes unos territorios que no podrás defender al principio. El mantenimiento de los ejércitos es caro, y sacar dos o tres lores demasiado pronto hará estragos en tus arcas, pudiendo llegar a la bancarrota. Poco a poco, es el mejor consejo que se puede dar. Ten en cuenta también los objetivos de la campaña; muchos de los asentamientos no serán necesarios que los poseas tú mismo, bastará con que estén en posesión de aliados o vasallos.

Consejo: aunque al principio sea tentador, trata de no tener demasiados enemigos; tener varios frentes de batalla abiertos devendrá ineludiblemente en pérdida de territorio y recursos. Céntrate en uno o dos enemigos máximo e intenta que tengan frentes comunes, es decir, si guerreas al sur con los Pieles Verdes, no declares la guerra al oeste con los Clanes Vampiro, por ejemplo. O sí, pero ten en cuenta que no podrás reclamar los asentamientos vampiros, solo saquearlos o arrasarlos.

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