Videojuegos y discapacidad


Este reportaje llevaba en el tintero de uVeJuegos desde hace mucho tiempo, quizás demasiado. En primer lugar, no sabía muy bien cómo encarar la redacción de este artículo, o bien en primera persona, o bien dando un esbozo general sobre cómo se las arreglan las personas con discapacidad para jugar a los videojuegos. Eso sí, lo que tenía más claro que el agua es que no quería que el resultado fuera el de un texto lacrimógeno contando las penurias propias de la discapacidad. Y si puede ser, mejor con un par de chistes de humor negro para hacer más ameno este reportaje acerca de discapacidades y videojuegos. Adelante, siéntense y disfruten de la lectura.

Hablar de ciertos colectivos sociales en áreas tan diversas como la política, la economía o, sin ir tan lejos, en plena calle es algo que ha costado mucho trabajo desde hace décadas. En lo que nos ocupa, y es la razón de ser de esta página web, los videojuegos no iban a ser una excepción a la hora de señalar desventajas que tenemos ciertas personas a la hora de jugar. Y es con el ánimo de que el juego sea inclusivo y no exclusivo lo que me ha llevado a escribir este artículo. Es cierto que existen diferentes tipos de discapacidad, cada una de ellas con sus peculiaridades y su problemático. No obstante, también soy consciente de que desde hace un tiempo se han desarrollado videojuegos para personas con alzheimer, autismo o, simplemente, para aquellas personas que están en el hospital puedan jugar y así dejar que su mente vuele y no pensar tanto en su día a día. Es más, hace cuestión de un par de meses la plataforma Xbox publicó un brillante anuncio de unos chavales que se reunían en casa de un amigo para ver “cómo lo conseguía”. El golpe final era que se trataba de un chico con discapacidad que, gracias al aparato Xbox Adaptative Controller” podía jugar como otro niño cualquiera.

Es por desconocimiento acerca de todo tipo de discapacidades, tales como física, mental o sensorial, entre otras, que he decidido escribir este reportaje desde un punto de vista subjetivo, por dos razones: una, que la gente normal (la no-discapacitada, vaya) vea cómo a fin de cuentas pasarse Dark Souls 1 con una mano no es tan complicado, y dos, animar a las personas con discapacidad a que comenten su manera de jugar y si es posible, suban alguna foto en “acción”. Que para algo tenemos debajo los comentarios, ¿no?

Por mi discapacidad, minusvalía en el lado derecho del cuerpo, sólo puedo jugar con la mano izquierda de una forma diferente dependiendo del mando que tenga entre manos o del teclado. Debido a esto, no he podido jugar en todas las plataformas a lo largo de mis casi 25 años como jugador de videoconsolas. Es por esto que echando la vista atrás, me he perdido varias joyas del sector por no tener las dos manos hábiles para entrar en liza. Por si fuera poco, con el ordenador se suma otro factor determinante y es que si ya de por sí es complejo manipular ratón y teclado con una mano, a esto se une el hecho de que, al tener que usar la mano izquierda, es un tanto incómodo jugar mientras notas el suave tacto caliente de la salida de aire del portátil.

Se que existe la posibilidad de conectar un mando de Xbox al ordenador con el objetivo de jugar de una forma más cómoda, pero en este reportaje quería reflejar cómo he jugado en PC mucho tiempo antes de la aparición de las consolas de Microsoft. Y como muestra un botón, así es la forma en la que he jugado toda mi vida al ordenador: con la mano izquierda agarro el ratón y con el índice voy ejecutando las órdenes:

Lo difícil era dar a la tecla D para que el personaje se moviera hacia la derecha

Avance de Oxygen Not Included



Versión analizada en PC. Copia digital adquirida por el redactor.
El año 2017 está siendo muy prolífico en cuanto a grandes juegos y proyectos no tan masivos de los que estamos disfrutando, pero con un panorama tan interesante en el campo del Early Access (juegos que se van desarrollando durante el tiempo, no han sido lanzados oficialmente y se nutren del feedback de la comunidad) merece la pena dedicar algún tiempo a los títulos que ya podemos jugar y se están desarrollando en la actualidad. Este formato está dando lugar a muchas experiencias creadas por pequeños equipos y financiadas en gran parte por su venta en el equivalente a fases alfa o beta y que se enriquecen a través del tiempo como el juego que en esta ocasión nos ocupa, Oxygen not Included, que está explotando este formato al máximo.En este videojuego podremos empezar nuestra colonia desde cero dando órdenes a unos seres muy similares a los humanos (los duplicantes) que aparecen en un mundo prácticamente aislado en 2D lleno de recursos que explotar, haciendo un énfasis claro en la física de los objetos que los componen. Comenzaremos creando los aparatos de supervivencia básicos dando órdenes de construcción o mantenimiento variadas a nuestros felices y caricaturizados subordinados quienes, en función de las prioridades que asignemos a cada tarea y los recursos que tenemos actuarán de manera automática para ir construyendo nuestra colonia. Como el nombre del título indica, el oxígeno no está incluído al igual que ningún otro recurso, así que tendremos que ir equilibrando nuestras producciones de alimentos, cuidado de plantas, obtención de agua y otras tantas para no quedarnos sin ellas y que el asentamiento tenga un futuro.A pesar de las aparentes diferencias gráficas y de funcionamiento, su funcionamiento base es muy similar al del indie de 2014 Banished en tanto en cuanto iremos construyendo sistemas interconectados para obtener recursos y garantizar el funcionamiento de la organización básica (como puede ser mantener una ducha para que nuestros duplicantes estén limpios y se propaguen menos gérmenes en la colonia) que nos obligarán a hacer cálculos precisos y concretos acerca del uso de los recursos que vamos minando u obteniendo para evitar, por ejemplo, una infraproducción de comida que mataría de hambre a nuestros duplicantes. Obtendremos nuevos duplicantes cada tres ciclos (días dentro del juego) lo que nos aportará dos nuevas manos para trabajar, pero que obligará a producir a su vez una mayor cantidad de recursos vitales que vamos obteniendo.