Avance de Trine 4: The Nightmare Prince

NOTICIAS, PC, PS3 Y PS4


La fantasía medieval tiene algo irremisiblemente cautivador; un encanto especial que surge de las leyendas, de los mitos y de una época lejana que, en cierto modo, tuvo todas las características de la adolescencia de la propia humanidad. Era oscura, confusa, desde luego, pero también vibrante, repleta de movimientos, pasiones desaforadas e instantes de estentórea heroicidad ante toda adversidad; por eso no es de extrañar que muchísimos videojuegos hallen en este núcleo fantasioso, o en alguno de sus múltiples vástagos, toda la inspiración que necesitan. Ese es precisamente el caso de Frozenbyte, una desarrolladora helsinguina que maravilló a la comunidad allá por 2009 con el advenimiento del primer

Trine

, una suerte de preciosa y colorida aventura cooperativa que se ambienta en un mundo de hechicería, princesas y castillos. Han pasado ya diez largos años, pero el lanzamiento de la cuarta entrega se perfila en el horizonte inmediato, y en uVeJuegos hemos podido probar una extensa demostración y no queremos dejar pasar la oportunidad de contarte por qué debes tener el 8 de octubre bien presente.

El libro de los cuentos inconclusos

Por razones de atmósfera y contexto artístico, la franquicia Trine siempre tiende a situar su hilo argumental en las historias típicas del género de la fantasía. Trine 4 no es una excepción, evidentemente, pero enfoca la trama con un punto más interesante; en esta situación, el mago Amadeus, el caballero Pontius y la ladrona Zoya habrán de embarcarse en la búsqueda del príncipe Selius, desaparecido en extrañas circunstancias. Resulta que el muchacho sufre de un padecimiento onírico, de modo que todas las noches es asaltado por lóbregas y oscuras pesadillas que, además, se hacen realidad debido a sus grandes dotes para la hechicería. Así pues, tendremos que encontrar a su alteza afligida antes de que sus delirios nocturnos acaben con toda realidad.

Al margen de eso, también encontraremos pequeñas cartas, notificaciones o escenas en las que se exploran muy brevemente y con amplias dosis de humor el pasado o la situación personal de nuestros tres protagonistas; a pesar de que estos momentos no abundan y de que no tienen un impacto elevado en el desarrollo de la narrativa, ayudan a hacerla redonda, plena, y le aportan cierta coherencia, al tiempo que hilvanan aún más esa estética de cuento de hadas, magia y aventuras fantásticas.

Los tres héroes son llamados para descubrir el paradero del príncipe; los pormenores de su desaparición irán perfilándose poco a poco.

Vuelta al clásico

Tras una tercera entrega que presentaba ciertas imprecisiones en la cohesión de las mecánicas tradicionales de la franquicia y las diseñadas para la ocasión, Trine 4 apuesta por una fórmula más contrastada, más auténtica, que nos llevará a recorrer preciosos escenarios en dos dimensiones -o 2.5, dependiendo del momento- y a jugar con las bellas leyes de la física para resolver no pocos acertijos. Vuelven, por tanto, esos puzles o situaciones complejas que pueden ser resueltas de diversas maneras, y que implican la combinación de habilidades tales como las flechas de hielo de Zoya, la generación de cajas metálicas de Amadeus, o la capacidad de Pontius para arrasar con todo lo que pille como un toro embravecido. A eso se suman las labores de exploración, tan necesarias para descubrir tesoros, conseguir el 100% o encontrar pequeños documentos de índole argumental.

Este es, además, un esquema jugable que se nutre a las mil maravillas de la cooperación con otro jugador, ya que todos estos artificios se resuelven de manera mucho más satisfactoria, directa y simpática cuando nos enfrentamos a la aventura en compañía de otro jugador. De hecho, Trine es quizás una de esas franquicias que parecen pensadas para ser disfrutadas en pareja; todo funciona alrededor del entendimiento, de la colaboración; incluso algunos combates finales de la demostración, los cuales también tenían un funcionamiento que evoca los puzles de la propia aventura, se notaba que estaban planteados con estas máximas en mente, por lo que son fluidos y disfrutables en todo momento. Rara vez incurre en confusiones o situaciones incómodas; si acaso, a veces resulta excesivamente sencillo, algo que de nuevo tiene que ver con ese carácter desenfadado y entrañable de la aventura.

El título combina a la perfección la vertiente plataformera, la de resolución de puzles y los combates.

El rostro de la fantasía medieval

Si hay algo que llama la atención de Trine 4, al menos en un primer, y por ende superficial vistazo, es el excepcional acabado que exhibe a lo largo de toda su diversidad paisajística. Los bosques, las montañas nevadas, los castillos encantados o incluso los jardines corruptos muestran una paleta de colores magnífica y un diseño artístico apabullante, dos marcas indiscutibles de la franquicia. En esta cuarta entrega, además, lucen más los movimientos y los puzles gracias a una pequeña pero palpable mejora en las animaciones y en el trabajo de fondos, por lo que el resultado global es sencillamente magnífico, a pesar de que se echa en falta una mayor nitidez en determinadas zonas. Me imagino que es el precio a pagar por esa prolijidad cromática, pero ya adelanto que el resultado final impresiona y embelesa a partes iguales.

Por otro lado, el apartado sonoro también tiene una notable implicación en el maremágnum de sensaciones que es Trine 4; los sonidos ambientales están bastante conseguidos, la música tiene sus momentos y ciertamente posee todo el carácter bárdico y místico que se necesita para la ocasión, y las voces cumplen a todos los niveles. Mención especial merece el doblaje en español, que es muy completo, simpático y no chirría nunca.

Los escenarios son bonitos y variados; la guinda la pone el fantástico sistema de iluminación.

Conclusiones

Trine 4 es clásico, muy clásico, acaso más de lo que debería haber sido, hecho que es fácilmente atribuible a las pequeñas inconsistencias de la anterior entrega. Ofrece, como no podía ser de otro modo, otra aventura cooperativa basada fundamentalmente en un desarrollo plataformero y en la resolución de acertijos y puzles, generalmente con gran implicación de la física y la combinación de las habilidades de los distintos personajes. Por lo que hemos podido ver en la demostración, se arriesga muy poco, pero lo cierto es que la fórmula ya es lo bastante concreta y no es tan fácil innovar en ella. Falta ver qué tal se presenta el resto de la aventura, pero hasta ahora parece que en términos de calidad y cohesión está mucho más cerca de las dos primeras aventuras, por lo que tanto los habituales de la franquicia como los novatos se encontrarán un título precioso, divertido y con un poderoso hechizo. Es puro encanto.

Read this article – 

Avance de
Trine 4: The Nightmare Prince