Análisis de Okami HD



Analizado en Xbox One X. Copia física proporcionada por Koch Media.

Capcom no se corta a la hora de revitalizar sus juegos más relevantes con nuevas ediciones. Recientemente hemos disfrutado del curioso

Resident Evil Revelations

, del divertido

Dragon’s Dogma

… y ahora le toca el turno a

Okami

, la inmortal obra de Clover Studios que coronó la era de PlayStation 2 justo antes de que la tercera consola de Sony fuese realidad. Luego vendría la versión de

Wii con funcionalidad para el Wiimote

y

la entrega para PlayStation 3 que se mostraba en alta definición y con compatibilidad para Move

. Hablamos de un juego redondo, de un título que impactaba por su diseño y atrapaba por una jugabilidad que cogía lo mejor de la marca

The Legend of Zelda

para llevarla a su terreno. Detrás, estaban dos genios, Hideki Kamiya y Atsushi Inaba, que han demostrado su contrastada valía en la propia Capcom y desde que formaron Platinum Games. Ahora llega

Okami HD

a Xbox One y PlayStation 4, tanto en formato físico como digital a precio de ganga.

Amateratsu es la diosa del Sol para la cultura nipona, y se encuentra bajo la forma de una loba blanca Shiranui, cuyo cometido en la tierra es acabar con el demonio de ocho cabezas conocido como Orochi. El demonio ha convertido la superficie del planeta en un sitio yermo y sin vida, de manera que Amateratsu tendrá que revitalizar todas las zonas de Nippon mientras acaba con la terrible amenaza. Para tal fin contará con la ayuda de una serie de objetos especiales, entre ellos el pincel celestial capaz de realizar todo tipo de acciones mágicas con solo dibujar los trazos de un kanji. Por supuesto esta aventura la llevará por numerosas regiones, en las que ayudará multitud de personajes mientras acumula nuevas habilidades y poderes antes de hacer frente al mismísimo Orochi y su cohorte de diablos afines.

Esta versión coge lo visto en PlayStation 3, Okami HD, y actualiza su apartado técnico para que luzca de fábula en la alta definición. En la “nueva” alta definición, la que ofrecen PlayStation 4 Pro y Xbox One X con resolución 4K. Por eso, se han mejorado los gráficos para que todo se vea y se mueve acorde con el potencial de las nuevas máquinas. Los puristas podrán optar por el modo de visionado clásico de la versión original de 4:3, aunque la opción de 16:9 es la más llamativa e impactante al ofrecer la imagen a pantalla completa. Otra novedad que se ha incluido es la posibilidad de habilitar o quitar las pantallas de cargas interactivas. En el juego original, para hacer más amenos los tiempos de espera, se podía entretener uno con el minijuego para conseguir colmillos de demonios adicionales, pero como ahora las cargas vuelan, dejan la opción de activarlas para jugarlas desde el menú de opciones.

Por lo demás, el mismo juego que ya conocemos. Muchos personajes con los que hablar para que nos encarguen misiones, los enemigos finales, obtener nuevos movimientos para el Pincel Celestial que abren nuevas posibilidades y caminos con esas dosis de metroidvania que tan bien sientan. Todo ello mientras hacemos florecer de nuevo todos los terrenos devastados por Orochi, con ese precioso efecto de flores y plantas que aparece tras la estela de Amateratsu al correr por los escenarios. Al juego se le notan los años en los detalles pequeños, como en la cantidad detalles de los personajes y en el tamaño de los propios escenarios, que se nota mucho que hoy en día serían un poco más grandes. El cel-shading es una delicia y hacen de este juego una obra atemporal. Inicialmente el título tenía una estética realista, pero tuvieron la feliz idea de optar por ese estilo de dibujos animados con bordes negros y colores planos que tan bien resulta. Lo que todavía no entendemos es cómo el juego sigue en inglés, después de la entrega de PS2, la adaptación a Wii años después, la posterior adaptación a la alta definición para PS3 y esta cuarta encarnación… seguimos sin el título con textos en castellano. Por las voces no hay pegas, son sonidos guturales y en el doblaje no hay nada que hacer.

Es la primera vez que Okami llega a una consola de Microsoft, y no descartamos que en 2018 haga lo propio en la pujante nueva consola de Nintendo. Si los usuarios de Sony no han jugado ya a la obra de Capcom, ya van tarde y no deberían dejar pasar esta tercera oportunidad, porque es uno de esos juegos impepinables que no puede faltar en nuestra colección, sea la versión que sea. El principal reclamo es verlo en 4K, por lo que si jugamos hace poco a la versión HD en PlayStation 3, podemos encontrar pocos incentivos ya que apenas hay novedades jugables. Si no lo jugamos en su día, estamos ante una oportunidad idónea para disfrutar de un grande, uno de los juegos que han llamado la atención de crítica y público por su planteamiento, temática y jugabilidad. Nunca consiguió las ventas que se mereció por su calidad, pero ha conseguido labrarse un hueco entre los imprescindibles de todos aquellos que lo han jugado.

El diseño gráfico sigue tan fresco como hace once años.

Sigue en inglés, después de nosecuantas nuevas ediciones.

La diosa de pelaje blanco demuestra una vez más que por su juego no pasa el tiempo y que la alta definición le sienta como un guante.