Análisis de Surviving Mars


Versión analizada Xbox One X . Copia física proporcionada por Paradox Interactive.

Los juegos de estrategia y gestión de recursos, en consola, suelen contarse con los dedos de una mano. Dos manos, en ocasiones. Las limitaciones técnicas y, sobre todo, la interfaz de entrada ha puesto muchos impedimentos para que los títulos de este género cuaje entre los usuarios. Tenemos

Los Sims 4

, la serie

Tropico

o las dos entregas de

Halo Wars

como nombres destacables, aunque siempre hay propuestas menores la mar de interesantes, estamos ante un tipo de juego al que le cuesta arraigar. Desde el equipo de desarrollo búlgaro Haemimont Games (los de la mencionada serie

Tropico

) quieren romper una lanza y nos proponen una nueva tentativa llamada

Surviving Mars

, juego que llega a PlayStation 4, Xbox One y PC gracias a los esfuerzos en distribución de Paradox Interactive.

El nombre ya nos prepara el cuerpo de lo que nos vamos a encontrar. Estamos ante un título de construcción. Un juego de planificación de ciudades en un medio hostil en el que la supervivencia y la ciencia ficción imperan en la ambientación. Tendremos que diseñar, estructurar y fabricar una colonia de colonos en el desértico planeta rojo, en Marte. Sí, como Matt Damon en The Martian de Ridley Scott pero a una escala enorme. Como responsables del proyecto, escogeremos agencia entre las disponibles para conocer el apoyo financiero y los recursos que tendremos en el arranque. Para esto, igual nos vale una potencia mundial (EEUU, China o Rusia) que una secta o una gran multinacional. El caso es marcar desde el comienzo la cantidad de recursos y la dificultad de lo que va a ser nuestro periplo marciano. Una vez tengamos patrocinador, escogeremos la zona de Marte en la que queremos afincarnos (cada región tendrá su incidencia en cuanto a minerales, agua e inclemencias atmosféricas) y se añadirán bonificadores a la dificultad según el lugar seleccionado. Por último no queda el “componente especial”, sacado directamente de las novelas y películas de ciencia ficción más conocidas. Se han desarrollado diferentes “misterios” y “secretos” que aportarán en capa partida el elemento diferenciador a la misma, “eventos especiales” que puede traer a nuestra colonia desde grandes beneficios hasta enormes desdichas y que por supuesto, afectará a la dificultad de nuestra aventura.

Ya solo queda aterrizar, nuestra nave tomará tierra en el cuadrante que queramos y comenzaremos a escanear con el satélite las zonas adyacentes para ubicar los yacimientos de nuestro entorno. A partir de aquí, empezaremos a desplegar nuestros drones y a expandir nuestros tentáculos mecánicos mientras nos hacemos con los primeros recursos disponibles. Enseguida, entraremos en el menú de construcción para facilitar la “vida laboral” a nuestros sirvientes de metal, para pasar poco tiempo después a elegir la ubicación de las cúpulas que sirven de protección a la vida basada en el carbono, a desplegar las zonas de cultivos para abastecer a la población, a edificar los laboratorios de investigación o las zonas de dispendio de los colonos. De entrada, el objetivo principal es mantener vivos a los ciudadanos que empiezan a migrar a nuestra colonia, pero conforme progresemos se sumarán desafíos tanto de expansión como relacionados con los propios misterios que alberga en sus entrañas Marte (el seleccionado en el arranque de la partida).

Chris Charla celebra los 501 títulos de ID@Xbox

La iniciativa ID@Xbox de Microsoft fue anunciado en la GamesCom 2013 como sustituto a su antiguo Xblig. Tras unos inicios lentos y cargadas de polémicas ha ido evolucionando y juntando un catalogo digital en Xbox One que combina tanto indies de muy bajo presupuesto con títulos más solventes. Juegos publicados directamente por sus creadores.

El director Major Nelson ha celebrado en Twitter que el programa ya cuenta con 500 títulos, siendo Cities: Skyline- Xbox One Edition, producido por Paradox Interactive, el último y el próximo 501 será Verlore Verstand, de Skobbejak Games. Será una aventura en 1ª persona con carga psicológica y surrealista, con la peculiaridad que es el primer juego africano que llega a la consola.

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