CONSOLAS

Un año ha transcurrido desde que

TaleWorlds

mostrara, en aquel pasado y lejano E3 de 2016, diversos

gameplays

relacionados con los populares y, sin duda, polémicos asedios de la serie. En anteriores entregas, la estrategia que giraba en torno a la toma y defensa de edificaciones fortificadas siempre había sido motivo de escepticismo; escaleras fijas de madera -sin más interacción que subir por ellas-, muros que resultaban absolutamente impenetrables, escasez de opciones sólo subsanable vía mods de la comunidad… Por ello, resultaba evidente que era la oportunidad perfecta para reivindicarse en un terreno en el que tenían muchísimo más que ofrecer. Y vaya si lo consiguieron.

Sin embargo, en la conferencia de PC Gaming Show de este mismo año, la compañía con sede en Ankara llevó dos vídeos a escena: en el primero, mostraron la organización de las tropas a caballo a través del denominado sargento de caballería. Lo primero que sorprende de la demostración es la increíble puesta en escena; una ingente cantidad de guerreros se reúnen, codo con codo, en una inmensa llanura desértica. El motor gráfico luce genial en todos los aspectos, y muestra gran cantidad de detalles en cuanto a partículas e iluminación del paisaje. Aún así, quizás resulta más tangible la mejora en las animaciones, pues tanto el comportamiento como el movimiento de las unidades parece mucho más depurado y auténtico.

En medio del músculo técnico y del posicionamiento original de los ejércitos, hace acto de aparición un menú desplegable cargado de opciones tácticas para las tropas: movimiento, orientación, transferencia de unidades… en definitiva, si puede pensarse, puede hacerse. En este ámbito, cabe una mención especial a la respuesta de las unidades montadas, que ejecutan las órdenes del jugador con presteza y precisión incluso en el fragor de la batalla, y escasas veces caen en el molesto bloqueo al líder.

Poco después de las primeras órdenes nos encontramos con las escaramuzas iniciales de la caballería. Las mecánicas jugables parece que se mantienen fieles a la serie, lo cual es sin duda una grandísima noticia. Por tanto, podemos esperar nuevas dosis de un sistema de combate sencillo y plagado de variantes, en el que alcanzar la maestría es sinónimo de dedicar un elevado número de horas al adictivo proceso de aprendizaje.