Skybound Games terminará The Walking Dead de Telltale Games


Desde hace unas semanas la industria está revuelta por el cierre de Telltale Games y sus consecuencias. No sólo se ha cancelado el proyecto del juego de

Stranger Things

y la segunda temporada sino también la temporada final y actual de

The Walking Dead

ha estado en vilo.

Al principio se dijo que solamente quedaron veinticinco personas en el estudio para terminar el juego, después se retiró de la venta, más tarde algunos extrabajadores aseguraron que ese reducido equipo también había sido despedido. Ante esta situación, ha venido otro estudio para salvar la situación.

Skybound Games, la división de juegos de la compañía de cómics de Robert Kirkman (autor del cómic original). Durante la Nueva York Comic Con, el propio Kirkman habló del asunto y anunció que su compañía contratará a los desarrolladores de Telltale Games para finalizar el juego. Después se anunció oficialmente en Twitter.

Kirkman aseguró que no estaba al tanto de la extrema situación ni sabía que tendría que terminarla él mismo, ya que confiaba que el juego podía ser completado por TelltaleGames. Expresó que no se podía permitir perder a Andrew Lincoln y Clementine en un mismo año, en referencia a la salida del actor principal de la serie televisiva de AMC y a a protagonista de los videojuegos, respectivamente.

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El estudio Telltale Games emite un comunicado confirmando su cierre


Telltale Games está pasando uno de sus peores momentos de su historia dado que el CEO de la compañía, Pete Hawley, ha emitido un comunicado confirmando los rumores que se venían dando durante el día de hoy.

Como ya se supo hace un tiempo, Telltale ha despedido al 90% de su plantilla, pasando a ser 25 empleados de los más de 200 que formaban parte de la plantilla en diciembre de 2017. Otro de los datos que hemos podido saber es que la cuarta y última temporada de The Walking Dead no sufrirá ningún problema y se publicará de principio a fin.

Las dudas sobrevolaban los proyectos de la segunda temporada de The Wolf Among Us y una entrega basada en la exitosa serie de televisión Stranger Things. Según Joe Parlock, una figura insider importante dentro del mundo del periodismo, estos dos proyectos están cancelados, aunque desde el comunicado Telltale evita hablar sobre este asunto.

Análisis de Everything

Versión analizada en PlayStation 4. Copia digital proporcionada por The Double Fine PR Team.

Hace unos días estuve dando una vuelta por PlayStation Store y me encontré con un juego llamado Everything. Entré en su ficha y me puse a leer su descripción (copio tal cual, si hay algún fallo ortográfico se lo decís a Sony): “Everything es una experiencia interactiva donde puedes ser cualquier cosa que veas: desde animales, a planetas, galaxias y más allá”. Aquí ya empecé a notar una leve erección, pero la descripción continuaba: “Desplázate entre el espacio interior y exterior para explorar un enorme universo interconectado de cosas, sin objetivos obligatorios, puntuaciónes o tareas que completar. Everything es una simulación de los sistemas de la naturaleza desde el punto de vista de todo en el universo, basada en inteligencia artificial”. Como no podía ser de otra forma en mí, al leer todo eso empezaron a pasar por mi mente palabras como “GOTY”, “ULTRA GOTY” y “MEGA GOTY”. Y caprichos del destino, al día siguiente The Double Fine PR Team envió un código de descarga a uVeJuegos para analizarlo, así que me armé de valor (no de chocolatinas) y me propuse para encargarme de él (me armé de valor porque el último análisis que redacté por aquí fue Prototype, de PS3, en junio de 2009; tiempo ha, ya).

Tras este párrafo de introducción, posiblemente innecesario y carente de interés, vamos con el análisis de Everything.

Es raro de cojones. Pero raro, raro, raro. Tras leer esa descripción en la Store, lo empecé con toda la ilusión del mundo, a la espera de encontrarme algo mágico, a lo Journey. Pero quién me iba a decir a mí que no iban a pasar ni siquiera dos minutos antes de que me quedara con cara de estreñimiento al ver que era un elefante y que, al moverlo, este daba vueltas sobre sí mismo, en giros de 90 grados. Es decir, que el elefante no camina normal, con sus patonas, sino que se mueve dando volteretas sobre sí mismo, con unas animaciones que rozan el vómito. Y todo ello aderezado con unos gráficos que en una PS2 serían discretos.

No sabía a dónde ir con mi elefantito, hasta que un icono muy cuqui de colorines apareció en la lejanía. Fui rodando (…) hacia él, salió un texto en inglés (¿hello?) y después seguí dando volteretas por ahí. Al poco rato, tras hablar con otros animales, plantas y piedras (¿?) y encontrar otros iconos cuquis de esos, se desbloqueó la habilidad de cambiar de cosa (así se llaman en el juego, “things”, porque está en un envidiable inglés). Con el L2 y R2 podía descender y ascender -respectivamente- y controlar cualquiera de las cosas que me rodeaban, así que utilicé el L2 y me convertí en un lobo blanco que rodaba a mi vera.

Del lobo blanco pasé a una planta (se movía diferente), de una planta a una piedra (rodaba bien, no como el elefante y el lobo), de una piedra a hierba, de hierba a un árbol… y así durante cinco horas. En todo este tiempo ya había sido 362 cosas y tan solo llevaba el 26% desbloqueado. No le encontraba la gracia, ya que daba lo mismo ser un perro que un trozo de pizza (sí, un trozo de pizza), que todo se manejaba igual (y de forma poco intuitiva, muy robótico). Vale que era curioso ver todas las cosas que había y podía ser, pero más allá de eso… ¿Cuál era el propósito de Everything? Sin embargo, el ir descubriendo nuevas cosas me animaba a continuar, era un vicio, así que seguí jugando, visitando zonas desérticas y nevadas, una ciudad… Y fue aquí, en la ciudad, cuando me percaté de que los escenarios son limitadísimos, enanos, tan ínfimos que se ve en la distancia lo que tenemos detrás (sí, es super fuerte, tía). Es decir, vas tirando y no tienen fin, no acaban nunca, puedes ir en una dirección durante horas… pero porque al avanzar se repite todo continuamente, en bucle (ya podría haber algo así en los Dragon Ball de lucha, que esas “paredes” dan por culo).