Go Retro! Portable – Pequeña pero matona


Versión analizada GoRetro! Portable. Copia física cedida por Koch Media.

Estamos en plena fiebre retro. Pero fiebre de “hardware. De mini “hardware” para ser más concretos. Esta moda no terminó de arrancar hasta que la propia Nintendo lanzó las recreaciones a escala de sus dos primeras consola de sobremesa, las máquinas que dominaron las eras de los 8 y 16 bits respectivamente. A esa estela se han sumado recientemente Sony con su PlayStation Classic y SNK con Neo Geo Mini este mismo año… pero hay más. De Retro-Bit nos llega GoRetro! Portable, una cucada de maquinita que se suma a la propuesta de ensalzar lo añejo para disfrute de los usuarios más maduritos. Y también para aquellos que no conocieron la época y se plantean conocer los orígenes de este mundillo. Sin más preámbulos, cogemos el DeLorean y nos trasladamos a la década de los ochenta para darle un buen tiento a esta nueva propuesta pixelada.

Lo primero que llama la atención de GoRetro! Portable, es su apariencia. El cacharro es prácticamente un clon de Game Boy. Pero de la primera Game Boy, la que marcó tendencia en 1989 junto a ese clásico atemporal que es Tetris. Salvo por los cuatro botones del frontal (en lugar de los dos que tenía la primera portátil de Nintendo) y la “máscara” que rodea a la pantalla de color naranja, por diseño y tamaño son clavadas. La cosa cambia cuando la tenemos en nuestras manos, esta consola portátil es mucho más ligera que la primera Game Boy, que tenía la contundencia de un ladrillo forrado de acero. El peso aumenta ostensiblemente cuando añadidos las cuatro pilas que la hacen funcionar (igual que la consola de Nintendo), pero en ningún momento supondrá un problema.

Ya, pilas. Pues sí. Pilas y un cable micro-USB que podemos utilizar cuando estemos en casa cerca de una toma de corriente. Hoy en día las pilas no resultan tan caras como en los tiempo de Game Boy, pero aún así, las cuatro caducas baterías no las tendremos que reponer hasta que alcancemos las diez horas de juego, una duración más que notable si tenemos en cuenta que se trata de una pantalla de 2,8 pulgadas a todo color además de estar retroiluminada. En cuanto al audio, dispone de un altavoz en su zona frontal (abajo a la derecha) que regularemos con una ruedecita colocada en su lateral, pero si no queremos molestar a nadie en el salón de casa o en el metro, podremos colocarle nuestros auriculares gracias a la clásica salida minijack de 3,5mm. Al menos la disposición de los botones es cómoda, sobre todo si la comparamos con la actual rey de los controladores minúsculos, como son los versátiles Joy-Cons de Switch.

Microsoft pone fin a la promoción del adaptador para Kinect

Microsoft pone fin a la promoción mediante la cual un poseedor de Kinect que adquiría una Xbox One S, podría adquirir de forma gratuita el adaptador USB que nos permite conectar el periférico a la nueva consola, ya que no incluye un puerto específico para él. Esto se traduce en que si adquieres el periférico a partir de ahora, vas a tener que pagar por el adaptador que te permite conectarlo a Xbox One S. Además, dicho adaptador se entiende que sería necesario también en Scorpio, ya que se ha confirmado que tampoco traerá un puerto específico para el periférico.

Un representante de Microsoft confirmó el fin del programa a la revista Polygon con la siguiente declaración: “El programa Xbox Kinect Adapter fue una oferta por tiempo limitado, junto con el lanzamiento de Xbox One S en agosto de 2016, para garantizar que los jugadores que poseen un Kinect para Xbox One, podrían disfrutar sin problemas de todos los beneficios de Kinect en la Xbox One S a través de un adaptador gratuito. Aunque el programa del adaptador Xbox Kinect ya no se ofrece, se podrá adquirir en las tiendas distribuidoras de productos Microsoft”.