Avance de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2


Cuentan las malas lenguas que hubo una época en la que los vampiros eran seres terroríficos de ultratumba, genuino material de cuentos de terror; en otras palabras, depredadores noctívagos de mirada vesánica, labios ensangrentados y tez nívea como el hielo que ejercían una atracción fatal e irremediable en sus víctimas. Hablamos, por supuesto, de una época previa a

Crepúsculo

; una novela de calidad cuestionable que llegó a las estanterías de todo el mundo allá por el aciago y crepitante 2005, y cuya adaptación cinematográfica, que llegó apenas unos años después, casi enterró por completo la imagen virulenta y demencial de los vampiros, una figura que había sido labrada por multitud de autores en estéticas relacionadas, en mayor o menor medida, con el siempre apasionado y apasionante Romanticismo y con las tétricas Danzas de la Muerte medievales.

Quizás por eso es tan llamativo que tan solo un años antes del advenimiento de la siempre polémica Crepúsculo llegara al mercado Vampire The Masquerade: Bloodlines, una rolera adaptación al ordenador de un brillante juego de rol de mesa casi homónimo que, a grandes rasgos, escenificaba a la perfección la estética vampírica y las luchas de poder en un entorno contemporáneo y urbano. Y es que es innegable que Bloodlines son palabras mayores; no en vano nos referimos a un título que consiguió pasar por encima de un sinfín de bugs y perdurar en la memoria como uno de los grandes RPG de culto de ordenador… y eso no es precisamente poca cosa. Es por eso que en uVeJuegos celebramos con entusiasmo el anuncio de Bloodlines 2, aunque hayan tenido que pasar casi dieciséis años desde la primera entrega; afortunadamente, esta segunda parte se mostró en la PC Gaming Show del presente E3, y te contamos todo lo que hay que saber sobre una de las continuaciones más esperadas del mundillo.

El Mundo de las Tinieblas

Al igual que la entrega original, Bloodlines 2 se ambienta en el Mundo de las Tinieblas, una realidad fantástica, creada en 1991, que sirve como escenario para multitud de juegos de rol y pequeñas novelas de fantasía oscura. Se trata de un marco lóbrego, desesperanzador e inmisericorde en el que fuerzas sobrenaturales, tales como vampiros, hombres lobo o cultos demoníacos, conspiran a espaldas de la humanidad, que no sabe de la existencia de todo un submundo repleto de seres de pesadilla. Dentro de esa tenue fachada que oculta un caos a punto de estallar, Bloodlines 2 nos lleva a Seattle, y nos adentra en una historia de traiciones, luchas de poder y mucha, mucha sangre. Todo comienza cuando nuestro personaje, uno de esos humanos aleatorios e irrelevantes, es víctima de una transformación masiva; esto es, es convertido en vampiro por medio de un ritual o una práctica que consiste en transformar a un elevado número de humanos en poco tiempo. Vamos, lo que viene a ser un baby boom, pero de chupasangres. Lo típico.

Ven aquí y sácame una foto así como que no me doy cuenta.

No obstante, este acto será considerado como “terrorismo” por parte de la Camarilla, una coalición de distintos clanes de vampiros que aboga porque la especie permanezca oculta al mundo humano, y pronto desencadenará en una funesta y territorial guerra civil por el control del comercio de sangre en la ciudad norteamericana. La cosa promete, y es que la narrativa fue uno de los grandes aciertos del primer

Bloodlines

. Es más, desde Hardsuit Labs aseguran que están enfocándose en crear una experiencia reactiva que evolucione a partir de las decisiones del jugador, las cuales prometen ser tan relevantes como frecuentes; sobra decir que no sabemos hasta qué punto será esto cierto, aunque los precedentes sin duda invitan al optimismo, al igual que el hecho de que ambos títulos compartan guionista. De igual forma, durante la breve demostración del E3 pudimos ver algunos fragmentos relativos a conversaciones con personajes secundarios; dichos diálogos estaban plagados de opciones de distinta índole, algunas relacionadas directamente con determinadas habilidades o situaciones de la historia, por lo que a buen seguro podemos esperar un ámbito argumental sobresaliente y una Seattle que recorrer y atemorizar con nuestra mera presencia. Eso sí, recuerda: nunca rompas la Mascarada.

En cuanto a la jugabilidad, cabe destacar que ya han sido confirmados cinco clanes vampíricos principales: los maquiavélicos y perturbadores Tremere, magos de sangre sedientos de conocimiento; los Ventrue, aristocráticos, crueles y conservadores; los Malkavian, clarividentes, dementes e incomprendidos; los Brujah, una gente muy subversiva y dada al caos, los cócteles molotov y a los bates; y, por supuesto, los Toreador, sibaritas y artistas con un acuciado síndrome de Stendhal. Cada uno de ellos tendrá distintas habilidades y será más o menos adecuado para un tipo de partida determinado, ya que es de esperar que sea posible, al igual que lo era en la primera entrega, enfocar la aventura de manera más diplomática, más sigilosa o más agresiva. De igual forma, también podemos esperar un buen número de armas de fuego, cuerpo a cuerpo, herramientas de destrucción a las que se suma una mayor interacción con el escenario, por el que podremos escalar, saltar y recorrer hasta casi el punto de sobrevolar los tejados de la urbe; en este sentido, resulta especialmente llamativo el poder avanzar de una zona a otra sin transiciones de ningún tipo, lo que promete una libertad sin precedentes en la franquicia, así como una apuesta por una perspectiva en primera persona, tan útil para labores de inmersión en la partida.

Tanto el combate, en todas sus variantes, como el apartado conversacional tienen un peso fundamental en el desarrollo jugable del título.

Conclusiones

Bloodlines 2 lo tiene todo para ser una grandísima continuación de uno de los mejores y más auténticos videojuegos de rol de la historia; no obstante, y por encima de todo, tiene grandes bazas para ser uno de los mejores títulos de la recta final de la generación, y viendo que se acercan obras de calibre superlativo, está claro que los elogios están servidos. A un apartado gráfico increíble se suman las mejoras en la jugabilidad, una narrativa reactiva, repleta de decisiones y de consecuencias, y el encanto sanguinario y especial de los clanes vampíricos. Falta despejar algunas dudas y ver algo más de gameplay, pero hasta ahora las sensaciones son fabulosas; habrá que esperar, en cualquier caso, al primer trimestre de 2020, momento en el que desembarcará en PC (Steam incluido), PS4 y Xbox One.

Análisis de Vampyr



Versión analizada Xbox One X. Copia digital proporcionada por Badland Games.

Nos encanta el género de los vampiros.

Jóvenes ocultos

,

Noche de miedo

,

Regreso a Salem’s Lot

,

Buffy

… creo que menos

Crepúsculo

y

Brácula

, somos capaces de hincarle el diente a cualquier cosa que trate sobre estos adorables chupasangres. En los videojuegos, no hemos tenido ese juego absolutamente redondo, salvo

Vampire: The Masquerade

quizás. Y que quede claro, hay bastante de aquel título en este

Vampyr

del que os hablamos hoy. Dontnod Entertainment está detrás de esta macabra propuesta, suponemos que como punto de inflexión después de haber elaborado una de las aventuras más especiales de los últimos años,

Life is Strange

. Este

Vampyr

suena a portazo, a golpe encima en la mesa para dejar claro que el exitazo de su anterior propuesta no va condicionar el portafolio de nuevos trabajos. Porque si

Life is Strange

pudo resultar un tanto, digamos “ñoño”,

Vampyr

es un escupitajo de sangre en pleno rostro. Contrastes, lo llaman.

Porque la historia de Jonathan Reid puede resultar incluso rocambolesca. Estamos en el Londres de 1918, con la capital del imperio británico sacudida por la “gripe española” que enmascara una epidemia muchísimo mayor y peligrosa, el vampirismo. El pobre se ha despertado en una fosa común junto a montones de cadáveres que han caída víctima de la citada enfermedad vírica (la gripe, no la otra). Desorientado y consumido por una sed inhumada, en su despertar en la no-vida apenas distingue el primer bocado que su nueva condición le obliga a tomar… pero tal acción le condenará para siempre, ya que morderá a su hermana Mary provocándole la muerte. A partir de aquí se embarcará en un viaje sin retorno hasta encontrar a la persona que le convirtió en una criatura de la noche y consumar su venganza.

Decimos que la historia es rocambolesta porque Jonathan es un cirujano, un médico que ha vivido la guerra en sus propias carnes y que se ha especializado en transfusiones de sangre. Toma ya. Eso es devoción en una vida y en la otra. Poco a poco descubrirá que Londres está asolada por vampiros, por los Skals que les tienen pleitesía y por cazavampiros empeñados en empalar a todo lo que huela a muerto y camine. Pero no será lo único que encontrará en su cruzada, también hay ciudadanos que intentan seguir con su vida cotidiana entre pandemias mortales y asesinos sobrehumanos, así como algunos aliados que le aconsejarán y le podrán sobre la pista buena. Nosotros, nos empeñaremos en combatir contra los enemigos (humanos y no-humanos) mientras hablamos con los ciudadanos para obtener pistas y si lo consideramos oportuno, merendarnos alguno de ellos para conseguir de sopetón un buen puñado de puntos de experiencia. Ya nos avisan al arrancar el juego, cuanto más te comas, más sencillo es.