Análisis de Onimusha: Warlords

NOTICIAS, PC, PS3 Y PS4


Analizado en Xbox One S. Copia digital proporcionada por Koch Media

De todos es sabido que

Resident Evil

es la gallina de los huevos de oro de Capcom, es salir un juego de la franquicia y paralizar al mundo gamer para ver qué es lo que está horneando el estudio japonés. La fórmula “Resident” ya se utilizó en la primera PlayStation con los videojuegos

Dino Crisis

, que mezclaban la jugabilidad del survival horror con dinosaurios y con el salto a la generación de los 128 bits, Capcom se dedicó a experimentar y crear nuevas franquicias que a día de hoy son recordadas con cariño y fijas entre las más queridas entre los jugadores, hablo por ejemplo de

Devil May Cry

, que nació como un proyecto de un nuevo

Resident Evil

con una jugabilidad de hack and slash muy prematura y que acabó siendo la primera entrega de Dante. La otra gran obra influenciada por la jugabilidad “resident” es

Onimusha

, un videojuego que nos traslada al periodo Sengoku, comúnmente conocido como el Japón feudal, aunque ahora los nobles samuráis tienen que luchar contra demonios y un control algo ortopédico junto a escenarios renderizados en 2D que tanto nos gustaban en

Resident Evil

.

Ahora en 2019 por fin regresa Onimusha Warlords, la primera entrega de la saga, a todas las plataformas actuales de juego, PS4, One,Switch y PC, siendo la versión de Xbox la que hemos utilizado para realizar este análisis.

La historia de Onimusha nos traslada al Japón feudal del año 1580, en el momento en el que Nobunaga (líder del clan Oda) vence a Imagawa y se prepara para convertirse en el Shogun de Japón pero muere en el intento, lo que le lleva a realizar un pacto con los demonios y hacerse con la sangre de la princesa Yuki (del clan Saito) .Con este trasfondo que mezcla la historia real con la ficción apocalíptica, el héroe de la aventura Samanosuke Akechi se encuentra con la misión de salvar a su reino y su amor mientras aprende a combatir a las feroces bestias demoníacas con su guantelete demoníaco y armas mágicas, pero Samanosuke no está solo entre tanto caos y barbarie, sino que cuenta con el apoyo de Kaede, una Kunoichi y personaje también manejable en el videojuego con su propio estilo de lucha ninja.

Como decíamos en las primeras líneas de este texto, Onimusha le debe parte de su encanto a Resident Evil y su jugabilidad algo ortopédica, junto con los escenarios prerenderizados y puzles muy rebuscados. En esta remasterización por suerte se ha corregido el movimiento tosco que tenía el título original que solo dejaba ir en una dirección, permitiendo un control libre del personaje con el joystick y un control clásico con la cruceta del mando. Además se ha añadido un modo fácil para acercarse a un mayor número de jugadores.

Nada más empezar Samunosuke se hace con un guantelete especial que le permite capturar las almas de los enemigos que derribamos y mejorar las habilidades de combate. Si recolectamos almas rojas podemos mejorar las distintas armas elementales que iremos encontrando a lo largo de la aventura y que serán esenciales para abrir determinadas puertas o derrotar enemigos, obligando a farmear un rato si hemos sido demasiado rápidos en el desarrollo de la historia, que no supera las 8 horas por cierto si es la primera vez que jugamos y no nos hemos atascado con los puzles. Las almas azules nos permitirán llenar nuestra barra de “PM” para poder realizar ataques especiales y las almas amarillas nos dan vida.

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Onimusha: Warlords