Análisis de Space Invaders Extreme (2018)

NOTICIAS, PC, PS3 Y PS4

Versión analizada PC. Copia digital proporcionada por Degica Games.

Algunos seguramente erais unos niños cuando en 1978 un juego llamado Space Invaders irrumpe en vuestras vidas y lo cambia todo. Los que somos un poco más jóvenes y vivimos la época de los años 80, básicamente hemos crecido jugando desde muy temprano a la creación de Tomohiro Nishikado. Su planteamiento era sencillo pero tremendamente adictivo: una nave que solo se desplazaba de izquierda a derecha y oleadas de alienígenas que trataban de alcanzarnos desde lo alto de la pantalla. Por aquel entonces resultó ser un auténtico boom. Después de varios intentos de relanzar nuevas versiones, nos llega a PC Space Invaders Extreme, que viene a ser una adaptación mejorada del que ya se lanzó en el 2008 para Nintendo DS y PlayStation Portable, aunque posteriormente recibiera una revisión para ser puesto a la venta en Xbox 360. Precisamente este juego del que os vamos a hablar es prácticamente un calco de esta última versión de la consola de Microsoft.

Sin duda alguna cuando inicias por primera vez Space Invaders Extreme, te das cuenta de que conserva intactas las mecánicas que tan popular le han hecho, y agrada que su diversión sea tan directa, tan desenfadada y muy muy nostálgica, pero con música, efectos y gráficos adaptados a lo que hoy en día estamos acostumbrados. Pronto te das cuenta que se trata de un juego mucho más profundo de lo que fue el original. En este hay combos en la eliminación de los enemigos de distintos colores, que al encadenar sus muertes nos otorgan diferentes tipos de disparo. Esto nos ofrece la posibilidad de trazar una estrategia, ya que en función al tipo de alienígena que tengamos que eliminar (los hay de diferentes tipos y tamaños), quizás nos interese hacernos con un arma u otra. Además los combos de eliminación de enemigos nos puede abrir la puerta a diferentes fases de bonificación, imprescindibles para alcanzar un rango S de puntuación. Una vez finalizada la fase extra, el juego nos traslada a la pantalla donde lo habíamos dejado, con una especie de power up en nuestra nave que nos vuelve más letales. Al final todo redunda en eliminar enemigos, hacer combos y conseguir entrar en las fases de bonificación para conseguir cuanta más puntuación mejor. Hay unos rankings mundiales en cada pantalla que nos arroja a una posición en función de, lógicamente, nuestra puntuación.

No hay muchos modos de juego donde elegir, un modo Arcade donde tenemos que ir superando diferentes fases en forma de árbol hasta un máximo de cinco. En cada fase debemos de afrontar una serie de oleadas de alienígenas de diferentes tipos hasta el final contra un jefe. El camino a seguir en el árbol de fases se ve condicionado a la puntuación que hayamos acumulado en el transcurso de la batalla, así se va derivando por pantallas más fáciles o más difíciles en función a nuestra habilidad. Lo que sí resulta bastante redundante es la forma de aparecer las oleadas de enemigos, que al final parecen todas más o menos iguales, es en el monstruo final donde se lo han trabajado, ofreciéndonos realmente un reto interesante y variado en cada uno de los que nos encontramos. El otro modo de juego se reduce a un Juego Libre, donde se van desbloqueando las diferentes pantallas del modo Arcade para poder jugarlas directamente como y cuando nos de la gana.

¿Y qué pasa si se nos acaban las vidas? Pues no pasa nada, podemos continuar en cualquier momento, el problema es que si continuamos la partida perdemos nuestra puntuación, por lo que es muy probable que perdamos el rango S, A o B, y nos vayamos a un C o D, por lo que nuestra continuidad por el árbol de fases se ve comprometido. Eso sí, gracias a esto podemos llegar hasta la fase final continuando partidas y no teniendo que perfeccionar nuestra habilidad. Puede parecer una tontería, pero así se condiciona su rejugabilidad, ya que iremos probando diferentes rangos de puntuación para poder ir recorriendo todo el árbol de fases, lo que alarga inevitablemente su vida, que de no ser así sería tremendamente corta.

Como puntos negativos, lo que más echamos en falta es la opción de un modo Multijugador, ya sea local u online. Todo se reduce a las tablas de clasificación mundial y la verdad, sabe a poco. Otra cosa que molesta más que embellece, son las animaciones que han puesto como fondo de la batalla, que nos hacen confundirnos con lo que realmente nos importa, que son nuestros enemigos. Menos mal que han pensado en esto y se puede desactivar, volviendo el fondo completamente negro. Es menos vistoso, pero sin duda mucho más práctico. También sorprende no poder personalizar los botones de acción, tanto si juegas con teclado como con un mando, todo está predefinido y no se puede modificar.

Sin duda, Space Invaders Extreme puede hacer que más de un nostálgico jugador recuerde aquellos años en los que comenzaba a dar sus primeros pasos en esto de los videojuegos. Es adictivo, vistoso, divertido, han sabido compaginar las mecánicas y gráficos del pasado, con algo más actual y renovado. No obstante, hay algo que no se puede perdonar y llama la atención que lo hayan desaprovechado de esta manera, se trata de la no inclusión de un modo Multijugador, es casi imperdonable que en un juego de estas características se haya obviado de esta forma.¿Se podría incluir en un futuro en forma de parche? Pues la verdad es que no lo sabemos, pero sin duda alguna sería un gran acierto.

Link to article – 

Análisis de
Space Invaders Extreme (2018)