Retroanálisis NES: Sweet Home

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Sweet Home es un juego para la Nintendo Entertainment System (NES) basado en una película japonesa del mismo nombre. Lanzado por Capcom en 1989 solo para Japón, este título se comenta que podría haber sido el primer survival horror en consolas y fue inspiración directa para el famoso título de PSX “Resident Evil”.

La historia trata sobre un grupo de personas buscando un fresco en una mansión. Dicha mansión está embrujada y es algo que se deja ver desde el primer minuto. Privado de la salida, el grupo deberá adentrarse en la mansión y buscar otra forma de salir. Contamos con cinco personajes, cada uno con un objeto que nos ayudará a progresar en la aventura, aunque más adelante encontraremos objetos sustitutos de estos en caso de que dicho personaje no esté cerca o esté muerto. El sistema de menús es un poco lioso. Estando tan acostumbrado a los teclados y mandos con tantos botones, hablar de un juego que se hace todo con dos botones, resulta incómodo y tosco.

Este título se juega como si fuera un juego de rol. Iremos caminando y aleatoriamente nos saltará un combate donde podremos elegir diversas opciones. Resulta un poco frustrante el hecho de los daños tan aleatorios por parte de los enemigos, sumado al hecho de solo se puede curar mediante algunos tónicos que encontraremos en diferentes localizaciones de la mansión. Además, hay que sumar el hecho del permadeath, convirtiendo los combates en algo a tener en cuenta de pensar si pelear o huir.

Sin embargo, he de admitir que eso es solo en el principio. Gracias a los combates aleatorios, podemos acabar alcanzando niveles si nos quedamos por una zona donde los enemigos den una cantidad fija y nos duren un turno o dos. Al hacer esto ,junto con un grupo de tres fijo ,y cambiando las armas como si de ropa entre hermanos se tratara (lo nuevo para el primero, lo primero va para el segundo y lo segundo va para el tercero) el juego he de reconocer que se torna un paseo, último jefe incluido.

El juego se puede jugar de dos formas, por así decirlo. Centrar toda tu atención en un grupo de tres y que solo ellos se lleven las mejores armas y las cosas necesarias o jugar a dobles con un grupo de tres y un grupo secundario de dos. El grupo fijo de tres en mi opinión es el más directo: más nivel, mejores armas y pocas complicaciones en los combates. Lo malo, falta de huecos o tener que estar andando de una punta a otra de la mansión en busca de cosas para luego volver a donde estabas.

El inventario posiblemente ha sido de las cosas que más me ha frustrado en este título. Cada personaje posee cuatro huecos: uno para su objeto propio el cual no puedes cambiar ni quitar, dos huecos para objetos varios y un último hueco para un arma. Llevando un grupo de tres, eso hacen seis huecos para objetos útiles tales como maderas para puentes, tónicos para recuperar vida o llaves entre otros pero en más de una ocasión no se hacen suficiente. Así que me he encontrado varias veces recorriendo la casa de arriba a abajo en busca de un objeto concreto para cambiarlo por otro en mi inventario ya lleno.

Gráficamente no puedo decir mucho de él, ya que estamos hablando de una consola bastante antigua y uno, tal vez malacostumbrado, a los gráficos de hoy día pues no puede decir mucho al respecto, pero pienso que tenían un buen aspecto para lo que había por la época. El detalle de la sangre o vómito cayendo de los cadáveres a los que nos enfrentábamos o los bultos palpitantes de los maníacos, son pequeños detalles que están bien.

Los frescos y los puzles incentivan a la exploración. Encontrar un fresco, limpiarlo y sacarle una foto para ver las letras ocultas fue un pequeño pasatiempo que tuve mientras terminaba el juego, junto con los cadáveres y las notas en sangre obtendremos pistas sobre algunos puzles. Hablando de los puzles, son muy sencillos la mayoría, siendo de recoger y colocar un objeto y a veces rezar literalmente para que pase algo, en otras minoritarias ocasiones deberemos usar objetos que ya tenemos para que interactuen con el puzle en cuestión.

Para terminar, Sweet Home, como pasa en muchas adaptaciones a los videojuegos, no le hace mucha justicia a la película. Es un título que está bien como temática de horror, aunque con un poco de esfuerzo y tiempo en el final seas casi intocable gracias a tanto combate aleatorio. Un juego para echar una tarde-noche.

Por: dakumaru

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Retroanálisis NES: Sweet Home